Muchos procesos de innovación son criticados y acusados de afectar al bien social. Se culpa a los avances tecnológicos de poner en peligro el trabajo de la gente. Los desarrollos en bio-tecnología son declarados enemigos de la naturaleza. Así mismo, algunos consideran que los derechos de propiedad industrial o intelectual entorpecen el desarrollo del conocimiento general de la sociedad.
El avance tecnológico no solo ha mejorado la calidad de vida de la sociedad, también reduce los costos de los productos y servicios que compra. Esto permite a la gente disponer de dinero extra, generando un mayor consumo, que generalmente se da en el área de servicio, como ser entretenimiento. Este sector contrata más mano de obra por facturación que la actividad industrial, con lo cual compensa ampliamente la pérdida de puestos de trabajo por la automatización.
A su vez muchos desarrollos en el área de bio tecnología han permitido agregar propiedades a los alimentos que favorecen a la salud de las personas. El desarrollo de nuevas especies de semillas ha permitido el menor uso de productos químicos, preservándose el agua de las zonas cultivadas. También incrementaron el rendimiento de los campos, lo cual reduce la necesidad de avanzar sobre tierras vírgenes para poder alimentar la población mundial.
El respeto de los derechos de la propiedad favorece estas innovaciones. No solo por el obvio incentivo para las empresas y personas a invertir tiempo y dinero en el desarrollo, también porque facilitan la trasferencia de tecnología de empresas grandes a pequeñas. Las dueñas de los inventos los comparten con sus proveedores o asociadas permitiéndole bajar costos y mejorar la calidad. Por otro lado, las patentes han permitido a muchas PyMEs proteger sus desarrollos de firmas con mayor escala, que podrían sacarlas del mercado.
Las marcas comunitarias o de origen permiten el desarrollo de grupos pequeños y zonas con pocos recursos financieros pero cualidades regionales. Clusters y comunidades le dan un valor agregado a sus productos gracias a un nombre que las representa. En México, los artesanos del estado de Michoacán, aprovechan la protección internacional que brinda el esquema de las marcas colectivas.
Por lo general las empresas innovadoras no abusan de sus derechos, proveyendo a los consumidores productos desarrollados en base a sus necesidades a un costo razonable. Al fin al cabo, la misión de cualquier empresa es mantener su cartera de cliente a mediano y largo plazo, y con la rapidez con que se innova hoy en día no es conveniente aprovecharse de un poder que puede durar poco tiempo. Es más, algunas compañías hacen parte de su misión dar valor a la sociedad. Este el caso del programa latinoamericano We.nnovate de la firma Dow cuyo objetivo es mejorar, a largo plazo, las condiciones generales y las economías en todo el mundo.
Nota: Este artículo fue publicado en la sección Innovación de CIIMA-ESEADE y IPN.