Últimamente he leído varios artículos de funcionarios y entidades empresarias comentando lo bien que estábamos antes de la crisis, sus efectos y que pronto todo mejorará. Pareciera que los empresarios argentinos tienen dependen solo del entorno para que sus empresas mejoren. Creo que con esa actitud el mundo resurgirá y muchas empresas locales quedarán rezagadas.
Para empezar antes de las crisis muchas firmas locales sufrían una pérdida de competitividad debido al incremento de los costos nacionales. Esto aún no fue solucionado en muchos casos y un incremento en el consumo internacional tampoco ayudará. Los ejecutivos necesitan replantear sus modelos de negocios, mejorar su productividad y optimizar sus procesos comerciales para mantener o ganar mercados externos, y no perder en el local.
Otro punto a tener en cuenta es que toda crisis cambia los hábitos de compra y la forma de hacer negocios. En el 2007, los precios subían y parecía no haber techo, en el futuro las empresas serán más cautas al fijar precios y más exigentes al comprar. Las compañías locales deberán ajustar sus ofertas a estos cambios, lo cual no solo será una defensa de los mercados conquistados, también una oportunidad de acceder a compradores nuevos.
Todo sacudón económico trae problemas pero también oportunidades, muchas empresas PyMEs y grandes pueden sacar provecho de ello.